Respondiendo al título de entrada: sí, así es, un niño puede tener ideas o intentos de quitarse la vida. En este artículo les hablaré un poco sobre el por qué puede suceder, qué señales de alerta pueden dar y qué podemos hacer para ayudar.
Usualmente podemos creer que no es posible que esto suceda porque tenemos la creencia o imagen que un niño o adolescente no sufre «porque es demasiado pequeño o joven para entender los problemas de la vida». Pero lo cierto es que la realidad influye y genera diversas reacciones, incluso desde antes que el niño nazca, aún en periodo de gestación. Por lo tanto, un niño viviendo x situación con unos pocos años de vida transcurridos también puede experimentar tristeza, desesperanza, angustia, sufrimiento, que eventualmente puede generar la idea de no seguir viviendo y, consecuentemente, el intento suicida.
Esto puede deberse a múltiples causas, entre estas pueden estar:
- Que un miembro en la familia haya cometido suicidio y el niño o la niña se haya enterado de ello. Los niños aprenden mayormente por observación e imitación. Al saber que alguien adulto en la familia se quitó la vida, puede que lo/a motive a elegir esa forma de solucionar para detener la angustia o tristeza que está experimentando en el momento.
- Que el niño o niña tenga depresión u otro problema de salud mental.
- Una no aceptación por parte de la familia ya sea por su aspecto físico, orientación sexual o alguna característica peculiar en el niño o niña.
- Cómo consecuencia de experiencias traumáticas o adversas, como, por ejemplo: violencia intrafamiliar, problemas serios de salud mental en uno de los cuidadores, cualquier tipo de maltrato infantil, bullying, accidente de cualquier tipo o negligencia.
- Un mal manejo del duelo. El niño o niña perdió a alguien significativo en su vida y no se le brindó el apoyo o acompañamiento necesario para que sobrellevara su duelo con normalidad.
- Involucramiento a retos o tendencias que incitan el suicidio. Retos como “la ballena azul” o de “momo”, que piden a niños y niñas completar una serie de retos que finaliza en cometer suicidio.

Estas pueden ser algunas de las causas, pero también es importante entender que, el niño o niña puede llegar a permanecer con la idea por menor tiempo y cometer el suicidio con mayor rapidez porque aún no tiene la capacidad de regular sus emociones y pensamientos como la tiene un adulto. Las áreas del cerebro responsables de esta regulación aún no están del todo desarrolladas. Las emociones tienden a vivirse con mayor intensidad y aún no está desarrollada la capacidad de verbalizar que necesita ayuda. Es por este mismo motivo que debemos estar atentos a cualquier señal de alerta:
- Cambio drástico del comportamiento y estado de ánimo. De pronto dejó de hacer las cosas que le gustaban hacer, como jugar con sus amigos, y tiende a aislarse.
- Se irrita con facilidad o tiene comportamientos agresivos.
- Ha manifestado querer morirse o dice frases como: mejor no hubiera nacido. Y además presenta comportamientos impulsivos peligrosos, como querer tirarse de un puente, precipicio, a una calle.
- Pasa llorando con mucha frecuencia, incluso sin motivos aparentes.
- Ha perdido el apetito o tiene dificultades para dormir.
- Hay días en que él o ella no quiere levantarse de la cama o no tiene ganas de hacer nada.
- No se baña o cambia de ropa, cuando antes era todo lo contrario.
¿Qué puede hacer para prevenir un intento suicida habiendo observado las señales de alerta?
- Escuche a su hijo/a de verdad. Estamos acostumbrados a solo oír, pero no a escuchar con atención. Escúchelo, incluso cuando no tenga mucho o nada qué decir.
- Juegue con él o ella, aunque esté adolescente. Hacer algo que a sus hijos/as le gustan es una forma de fortalecer el vínculo entre padres e hijos y mejora la comunicación.
- Exprésele lo mucho que lo quiere, haga preguntas sobre cómo le fue en el día. Siempre hágale saber que está ahí para escucharle.
- No subestime cuando su hijo/a le manifieste que quiere morirse o diga algo por el estilo. Evite sobre reaccionar, trate mostrar calma y que está dispuesto a escuchar el por qué se siente así.
- Motive a sus hijos a hacer ejercicios físicos como salir a caminar, correr, andar en bicicleta, etc.
- Si no sabe qué hacer, busque ayuda profesional.
- Supervise el uso de redes sociales para evitar que su hijo o hija entre a grupos o retos que inciten el suicidio.
Ahora bien, ¿qué puede pasar si su hijo o hija ya tuvo un intento suicida?, ¿qué puede hacer?
Enfrentar un primer intento suicida si se trata de un niño o niña no es nada fácil. Los niños o niñas pueden reaccionar de una forma que no esperamos y debemos ser pacientes al respecto. Hace tres años me encontré con un caso de un niño de 12 años que había tratado de suicidarse, colgándose del techo, pero luego de haber sido atendido de emergencia, él comentaba con convicción que la lesión que tenía en su cuello se debía a que se había caído. Si no hubiese sabido su cuadro real, le hubiese creído perfectamente.
- Puede que evadan lo que sucedió como mecanismo de defensa para no enfrentar el dolor de haber tratado de quitarse la vida.
- Que no quieran hablar al respecto, y está bien, hay que respetar esa decisión y únicamente hacerle saber que usted estará ahí.
Por tanto, usted puede ayudar:
- Evitando presionarlo, preguntando por qué lo hizo o por qué está actuando de forma extraña, solo acompáñelo/a.
- No comentando lo que pasó con otros adultos/as o niños/as.
- Fortaleciendo la comunicación con el niño o niña, involucrándose con actividades que le gusten a al niño o niña.
Y me quedo hasta acá con la información, si conoce de otra causa o recomendación, estoy más que abierta a recibir comentarios.
Referencias:
Healthychildren (2019). ¿Qué niños corren mayor riesgo de suicidio? Referencia tomada de la web: