Seguramente hemos escuchado esta frase por nuestros propios padres, familiares o profesores; o porque lo hemos dicho nosotros mismos. Una expresión que ha formado parte de nuestras vidas y que hemos venido heredando de generación en generación. Algunas veces ha surtido efecto y en muchas otras veces no. Por esta última razón, es que esta vez decidí escribir esta nota, para explicar por qué esta frase “vieja y confiable” no nos funciona.
Es posible que cuando lo decimos, lo hacemos bajo el tono impositivo que nos confiere una imagen de autoridad ante el niño. Lo cual no quiere decir que esté mal; tener una imagen de autoridad ante los niños no es lo mismo a ser autoritario (rígido, inflexible). El representar una figura de autoridad es indispensable para sentar las bases, que, en un futuro, se tendrá que regir bajo otro tipo de autoridad que va a supervisar su comportamiento en diferentes contextos sociales (catedráticos, jefes, la policía, etc.).
Sin embargo, en el afán de querer representar esta autoridad podemos caer en la repetición y en la ambigüedad. Y así, la comunicación se vuelve ineficiente y puede llegar a sentir como si su orden cae en un saco vacío.
Para brindar una imagen de autoridad, no es necesario recurrir al repetir una y otra vez la misma indicación, basta con decirla una vez y explicar las consecuencias si ésta no se sigue. Ahora explico el porqué de la negrita de este párrafo.
Indicación, no orden. Aunque parece que ambas son palabras sinónimas, en realidad, si las buscamos en el diccionario, nos daremos cuenta que tienen significados distintos. La indicación, como bien nos lo dice, indica, nos muestra adónde queremos llegar y cómo. La orden, es una mera expresión que tiene por objetivo que la otra persona haga lo se le ordena.
Seamos más claros. Portarse bien son solo dos palabras, una junta de la otra. Portarse y bien. ¿Qué es portarse? ¿Qué es bien?
Muchos de los niños a los que les decimos esta frase son bastante pequeños, entre los 3 y 6 años. ¿Realmente manejan a esa edad estos conceptos? ¿Tienen idea ya de qué abarca portarse bien? Puede ser que portarse bien sea dejar de tirar los colores al suelo como también lo sea bajar los pies de la mesa. Imagine, cuántas acciones no podríamos incluir en portarse bien. Muchos niños no van a comprender a totalidad, dependiendo de la edad que tengan.
Por eso, sea lo más claro posible. Si observa que el niño, por ejemplo, golpea a su hermano menor, en lugar de usar el tan conocido, pórtate bien, dígale: deja de golpear a tu hermano, si lo golpeas una vez más, ya no podrás ir al parque el jueves. Y podría acompañarlo con: si te disculpas con tu hermano, todos podremos ir de paseo el viernes al lugar que tanto te gusta.
Y cumpla con su promesa. Sea coherente. Si promete algo, cumplalo, de esta forma estaría reforzando su imagen de autoridad ante su hijo y contribuyendo a que ya no tenga la conducta indeseada. Solo trate de prometer algo que esté en sus capacidades.
Retro alimente cada día. Si utiliza el castigo como método de disciplina, por ejemplo, quitarle ciertos beneficios que el niño tenía antes, explique tras finalizado el castigo el por qué lo obtuvo.
Reconozca los cambios positivos. Por muy pequeños que sean, reconocerlos ayudará a que el niño sienta que es capaz de, autónomo, y lo más importante, hará posible que la mala conducta vaya disminuyendo, porque si usted resalta sus avances, él también lo hará.
Y como último punto, fortalezca comunicación y confianza. Recordemos que este lema de portarse bien tiene que ver con el estilo de disciplina que usted vaya a ejercer. Sin un buen vínculo, difícilmente se va a establecer un buen método de disciplina; no se trata ni de ser autoritario, inflexible ni tampoco de ser permisivo, o pasar de nuestros hijos. Debe haber un balance.
Y con esto termino. Espero estos tips le sean de ayuda.
Quisiera actividades de lo q llaman tolerancia a la frustracion q pudiera realizar con mi hijo en casa, ya q he notado q cuando algo no sale como el espera le molesta mucho, tiene 3 años.
Muchas gracias