Mitos sobre la violación

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Problemas Sociales

El día de ahora, decidí escribir algunos mitos que maneja la gente en cuanto a este tema y que pueden llegar a ser perjudiciales si se siguen transmitiendo o compartiendo. La idea nació luego de leer un artículo muy interesante de un periódico digital. En el artículo, una periodista exponía su experiencia personal con respecto al acoso callejero, describiendo cómo siendo menor de edad, aun así, un hombre ya bastante mayor, la había acosado sexualmente en el bus. 

El punto preocupante fue el comentario que habían posteado debajo del artículo. Alguien había escrito: «ya quisieras, gorda (más una mala palabra). Si estás bien fea». Y entonces surgió la pregunta, ¿qué llevó a que esta persona que comentó, creyera que un agresor solo ataca a alguien que le atrae físicamente? Si bien es cierto, acoso sexual y violación no es lo mismo, creí necesario enumerar algunos mitos referentes al tema.

Y así, con esa pregunta en anaranjado, comienzo con el Mito #1:

Usualmente, la gente tiene esta creencia errónea que un agresor va a cometer el acto de violación porque la otra persona le atrae sexualmente. En realidad, lo que le atrae al agresor y lo motiva a ejecutar la violación es el sometimiento y esa sensación que le proporciona tener poder sobre la otra persona. Control y poder. En esas dos palabras radica el por qué.

No está en si la persona es flaquita, gordita, alta, bajita, rubia, de pelo negro, blanca, morena. Esos detalles quedan al margen para el agresor, al que solo le interesa llevar a cabo su fantasía de controlar y someter.

Lo que me lleva al Mito #2:

La creencia que esto solo puede sucederle a mujeres jóvenes. No. Como ya se mencionó, esto es una cuestión de poder y control. El agresor puede que elija como víctima a una niña, adolescente, mujer de mediana edad, o a una adulta mayor.

Mito #3.

Y también puede sucederle a un hombre. Con respecto a este punto, quiero que preste mucha atención porque se tiende a creer que esto solo les sucede a mujeres, que solo ellas son víctimas potenciales. Realmente, la agresión sexual hacia hombres es mucho más común de lo que se cree. Pero es muy probable que la víctima no denuncie una violación por el peso social que caería sobre sus hombros si llegara a hacerlo. Por esta creencia, que solo las mujeres pueden llegar a ser víctimas, pueden llegar a ser estigmatizados, juzgados o su denuncia pudiese llegar a perder credibilidad. Lo que podría conllevar a que repriman lo sucedido y el no denunciar la agresión.

Mito #4.

Ya escribí que para el agresor una víctima potencial puede ser cualquiera, independientemente de su género, edad o posición social. El agresor, de igual manera, puede ser cualquier persona. Un hombre, una mujer, un adulto mayor, un líder religioso, etc.

Es necesario que nos informemos más y retiremos esta creencia, por ejemplo, que solo un hombre joven puede llegar a ser agresor, porque podríamos dejar de lado detalles importantes al momento de prevenir que se den más casos de este tipo.

Mito #5.

También se tiene esta creencia que la víctima va a reaccionar de cierta forma ante lo ocurrido, y si no sigue con lo esperado, realmente no fue una violación. Y pondré como ejemplo lo sucedido en España, ese hecho en que varios sujetos violaron a una joven y cuya pena fue determinada por la supuesta reacción que la muchacha no tuvo durante y después de la violación.

Bueno, en este punto, también quiero que preste mucha atención. Así como cuando le roban a uno en el bus o en la calle, la reacción va a variar dependiendo de la persona. Algo similar sucede ante una violación. Puede que la persona grite, llore, patalee, o puede que se congele o se desmaye. Y después de la agresión, es posible que la persona por vergüenza, se lo calle, lo que viene siendo un mecanismo de defensa para evitar sentirse más herida aún.

Por lo tanto, no esperemos que una víctima actúe como si se tratara de un manual que debe seguir al pie de la letra. El ser humano es complejo, asimismo sus reacciones psico-fisiológicas.

Lo que me lleva al Mito #6, que, por lo general se presenta en forma de pregunta:

Entonces, si la o lo violaron ¿por qué no lo denunció a tiempo?

Este mito sale a relucir, cuando una víctima decide contar lo que le pasó, años después. En primer lugar, es necesario recalcar que antes de hacerse esa pregunta, debemos empatizar con la víctima, en otras palabras, evitemos apresurarnos a juzgar una situación sin realmente saber cómo se sintió. Solo la víctima, esa persona con sus diferencias individuales, sabe por lo que pasó y qué sintió para tomar la decisión de denunciarlo tiempo después.

Es probable que no denunciara porque estaba bajo amenaza, o porque el agresor era alguien influyente y consideraba que nadie iba a creerle, o simplemente por ese miedo que mencioné más arriba, a sentirse más herido. Miedo a sentirse expuesto. Las razones pueden ser diversas.

Mito #7.

Creer que violación es lo mismo que abuso sexual. No lo es. Violación es un tipo de abuso sexual, pero abuso sexual no es un tipo de violación.

Cuando hablamos de abuso sexual, es toda conducta sexual inapropiada dirigida a otra persona sin que hubiese habido una penetración. Y violación es el acto en el que el agresor somete a la víctima, ejerciendo la violencia (por eso su nombre) para mantener una relación sexual sin el consentimiento de ésta última.

Mito #8.

Entre parejas no puede llegar a darse una violación. Violación es violación, independientemente si el agresor es o no pareja de la víctima. Si la víctima mostró claras señales (con esto no solo me refiero a verbalizarlo. Pudo demostrarlo con su lenguaje corporal) de no consentir una relación sexual, ya se le considera como una violación.

Mito #9.

Otro mito que puede llegar a ser realmente perjudicial, es el creer que una trabajadora del sexo no puede ser violada, porque, en fin, ese es su trabajo ¿verdad? No es así.  El hecho de que una persona sea una prostituta no la convierte en una cosa que puede ser usada solo porque sí. También es un ser humano con derechos.

No se puede simplemente asumir que, por la naturaleza de su trabajo, no pueden llegar a ser agredidas sexualmente.


Y hasta aquí me quedo con los mitos, si usted conoce de otro mito, puede comentarlo abajo, y si le pareció interesante o útil el artículo, puede compartirlo.

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