El día de ahora escribiré un poco sobre la trata de personas. Es muy importante que estemos informados o refresquemos lo que ya conocemos sobre el tema porque es un problema que podría afectar a cualquiera. Se da mundialmente, y por algunas noticias sabemos que El Salvador figura entre los países con casos de este tipo. El más difundido, a principios de este año ha sido el de un presentador y locutor muy popular del país que fue detenido por estar relacionado en caso de trata con menores de edad. Y en otra noticia recientemente publicada, nos enteramos que el propietario de un salón de belleza mal llamado «con final feliz», fue detenido por tener encerrada en un cuarto a una joven hondureña que prestaba servicios sexuales a los clientes del salón.
Menciono esto porque desafortunadamente la trata de personas es uno de los tantos delitos que se presentan en nuestro país. Puede que más oculto, pero está ahí. Y como miembros de esta sociedad debemos ser más activos conociendo no solo qué es la trata, sino sus modalidades y formas de operar. No solo para prevenir que nos afecte a nosotros, sino también para prevenir que afecte a los demás.
Entonces, ¿qué es la Trata de Personas?
La trata de personas es un delito que daña la integridad física, psicológica y emocional de las personas afectadas. Es un negocio en el que se explota a las personas para obtener un beneficio económico. Aunque la explotación sexual es mayormente conocida, también hay muchas víctimas que son elegidas para realizar trabajo forzoso, mendicidad forzada o extraerles órganos.
¿Quiénes son los que mueven los hilos de este comercio humano?
A este tipo de personas se les denomina tratantes. Puede ser desde una sola persona o un grupo muy pequeño hasta una red delictiva muy bien organizada.
Usualmente tienen una fachada muy sólida para evitar llamar la atención, y en algunas modalidades como la de explotación sexual tienden a movilizar a las víctimas, de modo que no estén por tanto tiempo en un solo lugar, con el mismo objetivo que ya mencioné, para no levantar sospechas. Y es por estas razones que este tipo de crímenes resulta muy difícil de desenmascarar.
El proceso de selección y captura de las víctimas o denominado como reclutamiento puede ser de dos tipos:
-A través del engaño.
Después de haber seleccionado a la víctima, el tratante se acerca a ella y se toma la tarea de conocer sus vulnerabilidades, su familia y cierta información personal que pueda serle útil para manipularla en un futuro. Sin importar el tiempo que les tome, pueden llegar a hacerse pasar por amigos, e incluso por una pareja sentimental.
En este punto también están incluidas las llamadas fraudulentas y la publicidad engañosa. Éste último puede presentarse en anuncios en periódico de ofertas de trabajo falsas, o posters pegados en ciertas áreas que pretenden captar a las personas.
Sabemos que la situación del empleo en el país es muy mala. Colocar un anuncio con una oferta de trabajo con un buen salario sería un excelente medio para captar a la población objetivo, para posteriormente explotarla.
En cuanto a las llamadas fraudulentas, los grupos más vulnerables a caer en este tipo de engaño son los niños y los adultos de la tercera edad. El tratante puede hacerse pasar por un familiar o amigo con el propósito de sacar información o citar a la víctima en cierto lugar para posteriormente secuestrarla.
-A la fuerza.
En esta última, el o los tratantes hacen uso de la violencia para intimidar a la víctima. Pueden amenazar con un arma de fuego o blanca, o inclusive usar narcóticos.
Ahora, habiendo mencionado los aspectos generales del tratante…
¿Cuáles son las diferentes modalidades de trata de personas?
–Servidumbre. En esta modalidad el tratante somete a la víctima, le induce y obliga a realizar determinada actividad o trabajo y/o prestar servicios. Ejemplo: una empleada doméstica que es forzada a prestar sus servicios sin recibir salario y que sea amenazada por su empleadora si no lo hace.
–Explotación sexual. La más común de todas. Bajo esta situación la víctima es obligada a realizar actos sexuales con el objetivo de tener un beneficio económico para sí mismo o a un tercero involucrado. Aquí están incluidas la prostitución y la pornografía.
Aquí quiero recalcar algo, porque al leer algunos comentarios en las redes sociales, encontré que algunas personas opinaban que la prostitución fuese legalizada porque de todas formas en el país, sobre todo en el centro de la capital hay muchos negocios como el mencionado arriba que trabajan de la misma forma. Lo que quiero recalcar es que el factor principal en este problema es la obligación, ese acto de someter a otras personas en contra de su voluntad.
Una cosa es la prostitución en la persona que vende sus servicios sexuales sin estar atada a un proxeneta o tratante que la coarte, y otra muy diferente, las personas que están recluidas bajo amenaza, y que son abusadas si no obedecen.
–Explotación sexual en el sector turístico. Es exactamente lo mismo que el punto anterior, la utilización lucrativa de personas en actividades de índole sexual en puntos del país que suelen ser muy turísticos.
–Trabajo forzado. Realizar cualquier labor o prestar determinado servicio bajo amenaza.
–Esclavitud. Cosificar a otra persona, es decir, tratarla como una cosa. La víctima no tiene voz ni voto, es obligada a hacer lo que su «propietario» le diga bajo la intimidación y coacción.
–Mendicidad forzada. Como bien lo dice su nombre es obligar a otra persona a pedir dinero o mendigar para el tratante. En este tipo de modalidad, lastimosamente, los niños son el grupo más afectado. Los mandan a pedir en los semáforos, en las calles o de casa en casa. El tratante puede ser uno de sus padres (o ambos) o alguien ajeno a él, si el niño no tiene a nadie.
–Embarazo forzado. Es el acto de obligar o engañar a una menor o mujer a embarazarse independientemente del tipo de beneficio que obtenga el tratante con dicho embarazo.
–Matrimonio forzado. Es el acto de contraer matrimonio con el propósito de beneficiar al tratante, por lo general, económicamente.
–Adopción fraudulenta. La adopción es un fraude cuando ha sido precedida de una venta, sustracción, privación de libertad de niños y/o adolescentes, sin el consentimiento de sus padres o tutores legales.
–Tráfico ilegal de órganos, tejidos, fluidos, celular o embriones. Lo que consiste en extraer, comerciar y trasplantar de manera ilegal las partes del cuerpo antes mencionadas.
–Experimentación clínica o farmacológica. Realizar pruebas de tipo médicas a personas sin su consentimiento.
–Comercio de material pornográfico. Es la tenencia, reproducción y distribución de material pornográfico de víctimas de trata de personas.
Después haber enumerado las modalidades, se habrá dado cuenta que la víctima puede ser cualquiera. Se cree que solo la mujer joven puede ser un blanco fácil de este problema, pero no es así. Pueden serlo hombres, niños, adolescente, ancianos. Cualquiera.
Por lo tanto, ¿qué debe saber sobre la víctima? ¿y cuáles son los tipos de víctima?
La persona que se ve involucrada directamente al delito se ve gravemente dañada, como ya dije arriba, física, emocional y psicológicamente. Esta persona no solo es amenazada, es golpeada y con el tiempo se habitúa a temer. Siendo constantemente intimidada. Y aunque sea rescatada y el tratante enjuiciado, las secuelas de la trata perduran en ella por años.
Pueden estar embotadas o a veces pueden presentar el Síndrome de Estocolmo, que es el identificarse con el tratante y sentir empatía o pensamientos benevolentes hacia él. Estamos hablando de la víctima directa.
La víctima indirecta puede ser un familiar o amigo de la víctima directa.
Y me quedo hasta acá con la información más puntual de este tema y dejo anexa La Ley Especial Contra La Trata de Personas que está vigente en El Salvador.
ELS_ley_especial_contra_la_trata_de_personas_Decreto_824